Translate

domingo, 5 de febrero de 2012

PSICOMOTRICIDAD INFANTIL
.
El instrumento básico de la psicomotricidad infantil es el propio cuerpo. A partir de lograr el conocimiento y la concientización del cuerpo, se consigue la incorporación de los diversos elementos necesarios para alcanzar el aprendizaje. Existe una estrecha relación entre psicomotricidad infantil y el aprendizaje escolar. Así, en el caso de la escritura, para poder cumplimentarla, el niño debe poseer un normal desarrollo de la motricidad fina, especialmente a nivel manos-dedos y una regulación tónico-postural correcta.

MOTRICIDAD FINA
Son los movimientos de la mano y su coordinación sensorio-motriz. Recién hacia los cuatro meses y medio el niño es capaz de realizar una prensión dirigida visualmente. Antes de esto el niño no es capaz de tomar las cosas más que de una forma: no diferenciando perceptivamente unos objetos de otros. Los movimientos de la mano y el control de los dedos se desarrollan progresivamente:  Hasta las 16 semanas (4 meses) no hay contacto de la mano con el objeto, entre la semana 16 y 20 (4 y 5 meses) se produce dicho contacto. A partir de la semana número 20, comienza a tomar el objeto con toda la mano y al llegar a la semana 28 (7 meses) puede ya apretar el objeto y realizar el empalme inferior a la semana 32 (8 meses) ya tiene la mano del niño la capacidad para realizar el empalme superior. A las 36 semanas (9 meses) puede usar la parte inferior del índice para tomar un objeto. A las 52 semanas (13 meses) ya tiene la capacidad para utilizar todo el dedo índice y el pulgar como pinza. Entre los niños de una misma cultura hay numerosas variaciones individuales, con progresos rápidos o más lentos. Si un sujeto progresa muy lentamente respecto a las pautas normales puede ser una fuente de preocupación, pero para ello tiene que alcanzar retrasos considerables porque las diferencias entre los individuos son en algunos casos muy notables sin que tengan nada de patológico. Ya que mucho depende del medio en el cual viva el niño y de que manera se lo estimule, los factores más determinantes de este desarrollo son la nutrición, el entrenamiento, el estimular al niño para que realice esas actividades y las oportunidades para moverse libremente.

MOTRICIDAD GRUESA

Un equilibrio correcto es la base fundamental de toda acción diferenciada de los miembros superiores y de toda coordinación dinámica general. La educación psicomotriz al mejorar el comportamiento del niño favorece el establecimiento de una postura equilibrada, sin dejar de lado la educación del esquema de actitud y de las posiciones habituales, sentado y de pie. Para que exista una actitud equilibrada y armónica debe haber concienciación y control del propio cuerpo, coordinación y desarrollo de la motricidad gruesa.